La agrupación con más de 40 años de trayectoria ha puesto al huapango arribeño en el gusto de las nuevas generaciones de la región. En sus conciertos expresa críticas sobre los acontecimientos de México y el mundo, con ingenio y versos picosos. Este género musical propio de Guanajuato, San Luis Potosí y Querétaro se entremezcla con la tradición del juglar, quien, en la Edad Media, hacía crónicas versadas. Tendrá como invitados al Cuarteto de Cuerdas Huipi y al rapero Alfredo Martínez, mejor conocido como Danger AK.
En el medievo existían dos tipos de mesteres: el de clerecía, al que se le consideraba más culto y el de juglaría, quienes se caracterizaban por su creación poética oral y por narrarle sucesos importantes al pueblo. La décima es la principal forma poética del son arribeño, ésta se constituye de diez versos octosílabos.
Guillermo Velázquez y Los Leones de la Sierra de Xichú han dedicado más de 40 años al son arribeño; un género musical que le pone peso a la palabra. La agrupación ha elevado el nivel y la calidad poética de las versadas durante su recorrido, su labor ha sido fundamental para el auge de nuevos trovadores en sus comunidades y fuera de ellas. Han llevado el huapango arribeño a otros estados de México, al igual que a Rusia, Holanda, Alemania, Japón, Chile, Puerto Rico, Italia, África, Las Islas Canarias, Francia, Venezuela, Inglaterra y Portugal. Actualmente está conformada por Guillermo Velázquez, trovador y guitarrero; María Isabel Flores como cantante y bailadora, Vincent Velázquez como bailador y palabrero, Mario González en el primer violín, José Hernández en la segunda vara, Hugo Gil en la jarana y Alejandro Montaño en el bajo eléctrico.
Guillermo Velázquez Benavidez
Es originario de Xichú, Guanajuato, vivió un par de años lejos de su ciudad natal, pero cuando regresó en 1976 lo hizo para sellar su destino. Fue en ese entonces que aprendió todo sobre la tradición poética y la música, su formación en huapango arribeño fue tal que dos años después empezó a presentar sus piezas ante los mejores trovadores. Guillermo Velázquez entiende al huapango arribeño como un ejercicio de juglaría contemporánea, es por ello que a partir de las versadas expone su opinión sobre problemáticas culturales, sociales y política