Instalación lumínica-sonora planteada como un monumento híbrido, un receptáculo de emociones, expectativas y experiencias, generadas a partir de una base de datos colectiva. La pieza está compuesta por una serie de 60 tubos LED programables dispuestos de forma geométrica; se podrá acceder a ella a través de una transmisión en vivo intervenida por animaciones digitales. Ambos elementos son afectados por usuarios que por medio de Twitter utilizan hashtags alusivos al Festival, al Centro de Cultura Digital y a La Colmena, para crear un puente entre la experiencia física, el cuerpo digital y la creación colectiva.